¿Cómo será la junta directiva de las empresas públicas después de la pandemia?

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Las empresas públicas necesitan juntas directivas que apliquen un modelo de supervisión colaborativo en la nueva normalidad

La pandemia y otros eventos recientes presentan nuevos desafíos para las empresas públicas, desde riesgos en la cadena de suministro hasta mayor preocupación entre los accionistas en relación a cuestiones ambientales, sociales y de gobierno corporativo. Muchas empresas públicas tendrán que repensar la conformación de sus juntas directivas en la nueva normalidad. Los antecedentes, conocimientos y experiencia que se buscan tradicionalmente en integrantes de juntas directivas pueden no ser suficientes para encabezar a las empresas de hoy hacia el futuro.

Las juntas de empresas públicas tienen la oportunidad de oprimir el botón de «reinicio» y volver a imaginar el futuro, evolucionar en términos de habilidades, estrategia y operaciones para adaptarse mejor a los cambios en el mercado, en los negocios y en la normativa.

En un mundo post pandemia, los directores de juntas también tendrán que trabajar conjuntamente con el área de gestión mientras transitan juntos por un territorio desconocido y planifican para lo que se avecina.

Trabajo conjunto entre la junta y la administración

Según McKinsey Global Surveys, «las mejores juntas van más allá de sus responsabilidades fiduciarias para adoptar un papel más activo proponiendo retos constructivos y aportando ideas en una variedad más amplia de asuntos… El trabajo colaborativo sólido entre el Director Ejecutivo y el presidente de la junta puede ayudar a definir una agenda más amplia y con vistas a futuro que, en lugar de presionar a la administración para que maximice el valor de corto plazo para los accionistas, ayude a la compañía a florecer durante años».

La pandemia y otras dificultades recientes han atraído más atención hacia la necesidad de una dinámica entre la administración y las juntos directivas para atravesar el cambio de época. Las empresas públicas necesitarán adoptar una supervisión y gobierno corporativo de naturaleza más colaborativa en la que todas las partes trabajen juntas para determinar la mejor forma de posicionar a la compañía para el éxito a futuro. Si bien el papel de la junta tradicionalmente se centró más en la estrategia, las juntas de hoy van a tener que trabajar codo a codo con la administración para hacer aportes también sobre tácticas y abordar cuestiones que van desde la gestión de riesgos hasta la tecnología e innovación.

Evolución de las competencias de la junta

Para que las juntas puedan ejercer una supervisión y gobierno corporativos efectivos de estos problemas emergentes, es posible que las empresas públicas deban reevaluar las competencias de su junta para que resulten compatibles con lo que depara el futuro. Los directivos deberían preguntarse cuáles son las competencias de la junta de directores que necesitarán ahora y no necesitaban en el pasado.

Por ejemplo, las habilidades relacionadas con automatización de procesos y experiencia en gobierno corporativo en temas de responsabilidad social, ambiental y corporativa son cada vez más valiosas. Otras áreas de interés que son cada vez más importantes incluyen el trabajo remoto, el riesgo de terceros que puede afectar a la empresa, la gestión de efectivo y liquidez, transacciones y valuaciones de fusiones y adquisiciones, planificación de continuidad del negocio, manejo de crisis, cuestiones sucesorias y agilidad comercial.

Además, las habilidades interpersonales como la creatividad, el pensamiento crítico, la capacidad de resolución de problemas complejos, la comunicación y una mentalidad ágil son cada vez más atributos imprescindibles para los integrantes de las juntas directivas de empresas públicas de hoy.

Las siguientes son ocho áreas de especialización específicas que deberían estar presentes entre los integrantes de las juntas después de la pandemia:

  1. Sociedades y adquisiciones con agencias gubernamentales
  2. Cadena de suministro y planificación para situaciones de emergencia
  3. Gestión de riesgo
  4. Medio ambiente, responsabilidad social y gobierno (ESG)
  5. Recursos humanos y comunicaciones
  6. Transformación y rediseño de procesos
  7. Finanzas y contabilidad (gestión de efectivo, liquidez y valuaciones en fusiones y adquisiciones)
  8. Finance and accounting (cash management, liquidity and M&A valuation)

Si bien existe mucha incertidumbre acerca de qué depara la nueva normalidad para las empresas públicas, una cosa cierta es que habrá cambios. Las juntas deben adaptarse a los cambios en el mercado, en la empresa y en la normativa, si quieren que sus compañías no solo sobrevivan, sino también crezcan en el contexto de las dificultades actuales y a futuro.

Si desea conocer más acerca de cómo puede crecer su empresa pública para adaptarse a las dificultades del presente y capitalizar las oportunidades, puede contactarme o contactar a otro integrante del equipo de asesoramiento de empresas públicas de Kaufman Rossin.


Glenn Davis is a Risk Advisory Services Principal Emeritus at Kaufman Rossin, one of the Top 100 CPA and advisory firms in the U.S.

N.K. Tripathy, MBA, CPA, CGMA, is a Strategy, Talent & Boards Principal Emeritus at Kaufman Rossin, one of the Top 100 CPA and advisory firms in the U.S.

Ivan Garces, CPA, is a Chief Risk Officer, Risk Advisory Services Practice Leader at Kaufman Rossin, one of the Top 100 CPA and advisory firms in the U.S.

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