La desaparición de la IRA Stretch exige ajustes de confianza

«Hay mucho trabajo que algunos clientes deberían realizar ahora mismo, es imperativo abordar estos problemas de manera oportuna», advierte Jamie Hopkins en Carson Group.

Entre las diferentes fuentes para discutir la aprobación de la ley Setting Every Community Up for Retirement Enhancement Act («Preparar a cada comunidad para mejorar las condiciones de jubilación») o «Ley SECURE», con PLANADVISER estaba Jamie Hopkins, director de investigación de jubilación en Carson Group.

Al igual que el resto de los comentaristas, Hopkins estuvo de acuerdo en que la Ley SECURE es un desarrollo importante para la industria de los planes de jubilación, recordando la importancia de la Ley de Protección de las Pensiones de 2006, así como la más reciente Ley de Empleos y Reducción de Impuestos, que también tuvo un gran impacto en la planificación de jubilaciones. Su perspectiva difiere en lo que él prevé como las consideraciones clave a corto plazo y los puntos de acción de la nueva ley, minimizando el posible impacto de las disposiciones del plan abierto de empleadores múltiples (MEP) y, en cambio, haciendo énfasis en la desaparición de las cuentas de jubilación individual (IRA) con Stretch.

«Definitivamente hay personas que no están contentas con la desaparición del IRA Stretch, pero yo en cambio estoy encantado con que desaparezca», dice Hopkins. «He dejado constancia de esto durante casi 10 años. La Corte Suprema ha establecido que las cuentas heredadas no son lo mismo que las cuentas de jubilación. Por esa razón no creo que tenga sentido darle beneficios impositivos extendidos a un hijo o nieto que hereda bienes que duran hasta su propia jubilación».

Hopkins espera que las nuevas reglas para IRA heredadas tengan consecuencias impositivas significativas para algunas personas adineradas con las que trabajan los asesores. De hecho, esto es sugerido por el análisis de la Ley SECURE en la Oficina de Presupuesto del Congreso.

«Hay muchas personas a las que no les agrada esto y es algo que los asesores deben tener en cuenta y estar listos para trabajarlo», dice Hopkins. «Hay mucho trabajo que algunos clientes deberían realizar ahora mismo, es imperativo abordar estos problemas de manera oportuna. Uno de los temas a tratar son los acuerdos fiduciarios de las personas, en especial cuando los fideicomisos de conducto/transferencia se han establecido para ser los beneficiarios de las IRA y para pagar solo las distribuciones mínimas obligatorias [RMD] a un cónyuge o heredero».

Esos fideicomisos de conducto/transferencia fueron diseñados para aprovecharse de las disposiciones de «IRA stretch» que permiten que las IRA, hasta la promulgación de la Ley SECURE, se utilicen como vehículos de herencia con una eficiencia impositiva increíble. Según Hopkins, esos fideicomisos deberían ser reconsiderados tan pronto como sea posible, ya que cierto lenguaje de la Ley SECURE podría conducir inadvertidamente a grandes consecuencias negativas impositivas y falta de liquidez.

La preocupación de Hopkins se expresa en su lectura de «TÍTULO IV-DISPOSICIONES DE INGRESOS,» y en particular «SECCIÓN 401. MODIFICACIÓN DE LAS REGLAS DE DISTRIBUCIÓN OBLIGATORIAS PARA BENEFICIARIOS DESIGNADOS».

«De la forma en que se redactó la Ley SECURE, dice que los bienes en una IRA heredada se deben distribuir dentro de los 10 años», explica Hopkins. «Sin embargo, en mi lectura, no dice puntualmente que hay distribuciones mínimas obligatorias para los años uno a nueve. Dependiendo de cómo se interprete este nuevo lenguaje, los beneficiarios podrían no tener acceso al dinero de la IRA heredada, potencialmente, hasta el año 10. Estuve conversando con una empresa fiduciaria en otoño y dijeron que están preocupados por este tema. Es más que un matiz técnico».

Este cambio es potencialmente problemático para ciertos clientes porque muchos fideicomisos de conducto/transferencia han sido estructurados para proteger a los bienes de los acreedores, y como parte de esa estrategia, solo le brindan acceso al cónyuge o heredero a las distribuciones mínimas anuales obligatorias, como lo determinan las leyes impositivas actuales. Por lo tanto, si la Ley SECURE no es completamente clara respecto a si las RMD se vencen durante los primeros nueve años después de que alguien hereda una IRA, esto podría llevar a confusión y resultados menos que óptimos.

«Puede imaginar el caso de alguien que tiene $1 millones en una IRA heredada», dice Hopkins. «Podrían no tener acceso a ese dinero en un fideicomiso de transferencia hasta el año 10, cuando los $1 millones podrían desaparecer en un solo evento impositivo. Eso es un desastre desde una perspectiva de planificación impositiva. Muchos, muchísimos fideicomisos que han sido elaborados en los últimos 30 años podrían estar sujetos a este problema».

Aunque no es seguro que el lenguaje de la Ley SECURE se interprete de esta manera en la práctica, sigue teniendo sentido que los clientes se muevan y actualicen sus fideicomisos para reflejar el nuevo marco. En particular, la sección de provisión de ingresos establece que «excepto lo dispuesto en esta subsección, las enmiendas hechas por esta sección se aplicarán a distribuciones con respecto a los empleados que mueran después del 31 de diciembre de 2019».

«Incluso antes de este cambio, mucha gente asumió erróneamente que los arreglos de sus fideicomisos estaban bien, incluso cuando no los han revisado en muchos años», advierte Hopkins.

Planificación de herencia sin Stretch

En su oficina como socio de patrimonio y fideicomisos de la oficina de Asesoramiento Contable e Impositivo de Kaufman Rossin, Scott Goldberger pasa mucho tiempo trabajando con los asesores de administración del patrimonio y jubilación de sus clientes. Le dijo previamente a PLANADVISER que la Ley SECURE ha surgido a menudo durante conversaciones con clientes y sesiones de planificación, como lo hacen los recortes impositivos aprobados por el Congreso anterior controlado por los republicanos.

De acuerdo con Hopkins, Goldberger dice que muchas personas adineradas no están contentas de ver desaparecer el IRA Stretch con la Ley SECURE. Pero, nota Goldberger, existen otras alternativas en términos de legado que también son atractivas desde un punto de vista de alivio de la carga fiscal.

El ejemplo más claro es vincular una IRA a «fideicomisos de remanente para caridad».

«Esta es una estrategia que existe hace mucho tiempo», dice Goldberger. «En términos simples, la persona coloca sus activos en un fideicomiso de remanente para caridad, nombra al beneficiario de su preferencia y luego define el cronograma de pagos del fideicomiso a lo largo de la vida del beneficiario, o por un período fijo de años».

El beneficiario recibe un pago gravable al año del fideicomiso, pero el patrimonio sigue creciendo sin impuestos dentro del fideicomiso a lo largo de los años. Al finalizar el plazo del fideicomiso o cuando el beneficiario fallece, lo que queda en el fideicomiso pasa a una o más obras de caridad elegidas por la persona que creó el fideicomiso.

Las personas también pueden evaluar hacer una conversión a IRA Roth, sugiere Lisa Schneider, directora de la oficina de Fideicomiso y Patrimonio en el bufete Gunster. El cliente en esta situación paga los impuestos de entrada, y no después de su fallecimiento.

«Una desventaja es que no conviene pagar el impuesto desde dentro de la IRA que convierte, porque va en contra del propósito de esta estrategia», explica. «En lugar de ello conviene tener activos líquidos fuera de la IRA para pagar los impuestos, para que la IRA permanezca intacta y crezca sin gravámenes mientras dure la estrategia de sucesión que decida utilizar. Para que la conversión sea conveniente en la mayoría de las instancias, es necesario contar con liquidez para pagar los impuestos. Si sus activos líquidos están en la IRA, en negocios o bienes inmuebles, quizá este no sea el mejor método».


Scott Goldberger, JD, CPA, is a Estate & Trust Principal at Kaufman Rossin, one of the Top 100 CPA and advisory firms in the U.S.