Resolución federal puede requerir informes SAR detallados a agentes bursátiles/por cuenta propia de EE. UU.

Fuentes informaron a ACAMS moneylaundering.com que una resolución federal contra un agente de liquidación y compensación de Salt Lake City ha planteado preguntas acerca de si el nivel de detalle que el corretaje suele incluir en sus informes de actividad sospechosa (o SAR) será suficiente de aquí en adelante.

A diferencia de otras instituciones financieras y sociedades de valores de EE. UU. cubiertas por la Ley de Secreto Bancario, los agentes bursátiles/por cuenta propia deben presentar informes SAR con descripciones que expliquen por qué una transacción en particular amerita una investigación e incluyan la identificación del cliente involucrado, dónde tuvo lugar la transferencia de fondos —u otra actividad financiera dudosa— y cuándo.

Dichas reglas se reforzaron con más detalles en diciembre, cuando un juez federal de Manhattan que presidía una disputa legal entre la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y Apine Securities Corporation determinó que cientos de los informes SAR de la firma no incluían las señales de advertencia que el personal había documentado en otra parte.

«El deber de quien presenta el informe [SAR] no es examinar y equilibrar las inferencias contradictorias… sino revelar ‘toda la información conocida’ por dicha persona acerca de los sujetos de la presentación», escribió Denise Cote, jueza de distrito de EE. UU., en un dictamen de 100 páginas emitido el 11 de diciembre.

El fallo contra Alpine, que lleva a cabo transacciones en representación de otras compañías, llamó la atención de los agentes bursátiles/por cuenta propia, ya que muchos aun presentan informes SAR sin incluir los volúmenes comerciales pasados de los clientes ni la cantidad de acciones involucradas, declaró Bao Nguyen, examinador de Financial Industry Regulatory Authority, o FINRA, en el pasado.

«Nuestra industria normalmente considera la reglamentación según se aplica y este es un caso real que le da la razón a la SEC», dijo Nguyen, quien ahora se desempeña como socio de Kaufman Rossin en Boca Ratón, Florida. «Esto sienta un precedente en cuanto a lo que la mayoría de las personas en nuestra industria deberían estar haciendo».

La resolución también llamó la atención de los examinadores en el campo.

«En mi práctica, ya he visto a algunos entes reguladores que consultan acerca de las señales de advertencia que aparecen en esta orden», dijo a moneylaundry.com un abogado de cumplimiento que ejerce en Nueva York y prefirió no ser identificado. «Tener un dictamen que describe tan detalladamente lo que los agentes bursátiles/por cuenta propia deberían y no deberían incluir es algo que pueden aprovechar».

La disputa legal que llevó a la resolución se inició en junio de 2017, cuando la SEC acusó a Alpine en una demanda civil de 20 páginas de utilizar lenguaje repetitivo y dejar fuera detalles fundamentales en más de 1,600 informes SAR presentados sobre transacciones de valores a bajo precio entre 2011 y 2015.

Cote aceptó en gran medida la visión de la SEC en el dictamen del 11 de diciembre y llegó a la conclusión de que Alpine debería haberse ocupado de incluir más sobre lo que sabía con respecto a las transacciones posiblemente ilícitas.
Las violaciones parecen haber continuado durante varios años.

El dictamen de Cote hace referencia al hecho de que FINRA descubrió anteriormente que Alpine no presentó ningún informe SAR durante un período de seis meses en 2011 y presentó más de 800 informes SAR «sustancialmente inadecuados» en 2011 y 2012 que no explicaban por qué las transacciones parecían sospechosas.

Según este hallazgo, se utilizaron dos plantillas básicas en todos los informes SAR en cuestión y la más breve de ellas solo incluía una oración: «Alrededor del 9 de diciembre de 2011, ABC LLC depositó una gran cantidad (40,000,000 acciones) de XYZ Corp, un valor de bajo precio ($0.0001/acción)».

Algunos de esos problemas parecen haber continuado, como mínimo, durante los siguientes dos años. Una examinación por parte de la SEC en julio de 2014 descubrió que aproximadamente la mitad de una muestra de 252 informes SAR aun estaba escrita usando un lenguaje repetitivo y carecía de detalles clave, como un historial de promoción de acciones o las medidas de cumplimiento, que Alpine registró en
otros expedientes.

La SEC prosiguió con el juicio enfocándose en casi 1,600 informes SAR que Alpine presentó para solo seis clientes, incluidos casi 800 para un solo cliente, el «Cliente A». Los entes reguladores argumentaron que a cada uno de los 1,600 informes les faltaba al menos una de las siete señales de advertencia que Alpine había documentado internamente.

Casi 700 de los informes SAR no mencionaban que anteriormente la SEC había llevado al cliente a juicio por fraude o alguna otra forma de litigio, mientras que la condena previa por falsificación que había recibido un segundo cliente no se incluía en una cantidad desconocida de informes SAR.

En otros informes, Alpine no mencionaba que un tercer cliente «tenía antecedentes de haber sido investigado».

Alpine adoptó una visión diferente en cuanto a esos informes: un funcionario encargado del cumplimiento del Reglamento Antilavado de Dinero que comenzó a trabajar para la firma en 2012 declaró durante el juicio que el personal solo mencionaba litigios en los informes SAR si el caso era «realmente relevante para la actividad».

Pero, según Cote, la firma nunca generó registros que documentaran esa justificación.

«El deber de informar litigios relacionados no solo se extiende a los litigios ya resueltos, sino también a los que están en curso», escribió Cote en su dictamen. «De modo que mientras exista una conexión entre el litigio y la transacción que figura en el informe, es obligación revelar dicho litigio».

Cote observó otras señales de advertencia que no habían sido detalladas en el informe. Setecientos informes SAR no incluían una comparación entre el volumen comercial anticipado del cliente y el volumen comercial real que, en muchos casos, superaba el triple de lo esperado por Alpine.

Otros 250 informes no mencionaban la participación de empresas fantasma en una transacción, incluido el emisor de las acciones. Cincuenta y cinco no incluían indicios de una estafa «pump and dump», otros 36 no advertían que los emisores de las acciones estaban trabajando con licencias vencidas o sitios web que no funcionaban.

Según Cote y la SEC, Alpine había documentado todas esas señales de advertencia.

«Por supuesto, cada SAR debe examinarse de manera individual», escribió Cote. «Al hacer eso, la defensa de Alpine se evapora».

El juicio está en curso y se programó una nueva mediación para este mes.


Bao Nguyen, CAMS, CFE, CRCP, is a Risk Advisory Services Broker-Dealer and Investment Adviser Services at Kaufman Rossin, one of the Top 100 CPA and advisory firms in the U.S.