En su mayoría, los clientes adinerados evitan nuevos impuestos a medida que los gastos se acercan a la línea de meta

Las leyes que el año pasado contenían numerosos impuestos a personas con grandes ganancias se han reducido a un proyecto de ley con unas pocas disposiciones vinculadas con impuestos empresariales.

Las leyes que comenzaron el año pasado con varias posibles alzas para estadounidenses adinerados llegarán a la línea de meta esta semana con unas pocas disposiciones fiscales, y ninguna directamente dirigida a personas de alto poder adquisitivo.

El domingo pasado, el Senado aprobó la Ley de Reducción de la Inflación, un proyecto de ley de $790 mil millones que financia las prioridades de atención médica y clima de los demócratas en el transcurso de los próximos 10 años. Se aprobó con un resultado de 51 a 50 votos en virtud de un dictamen parlamentario que posibilitó sortear un obstáculo de los republicanos y avanzar con el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris. El proyecto de ley se dirige a la Cámara de Diputados para su aprobación el viernes, probablemente solo con el respaldo de los demócratas.

La ley se ha reducido de lo que comenzó el año pasado como la Ley Reconstruir Mejor de $3.5 millones de millones y que luego se recortó a la versión de $1.75 millones de millones que la Cámara aprobó en noviembre.

La versión de la Cámara de Reconstruir Mejor contenía numerosos aumentos de impuestos a personas que ganaran más de $400,000 al año, e incluía expandir el impuesto sobre los ingresos netos de las inversiones, fijar un gravamen a las personas que ganaran más de $10 millones al año, imponer límites a las cuentas de jubilación individuales que superaran los $10 millones y limitar las transferencias de IRA tradicionales a IRA Roth.

Pero el proyecto de ley de la Cámara se frenó en el Senado. Después de negociaciones con senadores demócratas moderados, el último mes surgió la Ley de Reducción de la Inflación, cuyas disposiciones impositivas son mucho más limitadas y, en su mayoría, no están dirigidas a personas adineradas.

Los llamados pagos del proyecto de ley actual incluyen un impuesto empresarial mínimo, un impuesto indirecto sobre la recompra de acciones empresariales, un refuerzo de $80 mil millones para el presupuesto del Servicio de Impuestos Internos y una reforma en los precios de medicamentos.

«La conclusión es que los demócratas no quieren aprobar un gran proyecto de ley fiscal», aseguró Jim Cahn, director de Inversiones de Wealth Enhancement Group. «Supone mucha repercusión y mucho dinero, pero probablemente no tenga mucho impacto. Pueden identificarse ganadores y perdedores muy específicos en relación con el proyecto de ley».

Bob Lickwar, director general de Impuestos en UHY Advisors, una empresa certificada de contaduría pública, afirmó que no hay mucho por analizar desde un punto de vista impositivo.

«Este proyecto de ley no cuenta con muchos componentes fiscales», explicó Lickwar. A la hora de incrementar sustancialmente los impuestos a individuos, «nadie quiere dar el primer paso. Mis clientes están felices».

Aumentos a empresas

Sí se estipulan algunos pisos impositivos en el proyecto de ley. Por ejemplo, se aplica un impuesto mínimo del 15 % a las empresas con ingresos que superen los $1 mil millones en tres años consecutivos.

«La percepción de que es una buena o mala política [fiscal] depende del contribuyente que se vea afectado por ella», indicó Richard Shapiro, un director de Impuestos de la empresa de contaduría EisnerAmper. «Añadirá bastante más complejidad a las obligaciones de presentación de impuestos de las empresas [que se vean afectadas]».

Los republicanos de Capitol Hill critican el impuesto del 1 % sobre la recompra de acciones y consideran que amenaza los ahorros de jubilaciones de acciones empresariales de participantes de 401(k) e IRA.

Pero se agregaron varias excepciones que protegen del impuesto a la recompra de acciones vinculada con planes jubilatorios, además de a recompras de menos de $1 millones y a recompras hechas por empresas de inversiones registradas y fondos de inversión inmobiliaria de EE. UU. (REIT).

Los cambios fueron promovidos por Investment Company Institute, que representa al sector de fondos mutuos. El vocero de ICI, Stephen Bradford, indicó que la organización estaba intentando proteger a las personas que están ahorrando para la jubilación y otras metas.

«Las personas continuarán ahorrando», afirmó Lickwar respecto del impuesto a la recompra. «Es solo otro mordisco a su plan de jubilación».

IRS reforzado

Otro modo en el que se financia la Ley de Reducción de la Inflación radica en un IRS más potente. «Si se hacen cumplir las reglas existentes con mayor fuerza, se recaudará más dinero», aseveró Shapiro. Probablemente, las auditorías del IRS tengan como objetivo a estadounidenses adinerados que estén intentando evadir el pago de impuestos.

«Una mayor financiación para el IRS en virtud de la Ley de Reducción de la Inflación probablemente redunde en más auditorías y controles del IRS en general sobre personas de alto poder adquisitivo», declaró Michael Kramarz, director de Resolución de Impuestos Federales de Kaufman Rossin.

Kramaz explicó que el IRS probablemente utilice la mayor cantidad de fondos para financiar su programa de grandes riquezas mundiales, que «adopta un enfoque holístico para examinar a la población de contribuyentes acaudalados, a través de la revisión de la situación financiera completa de estas personas y las empresas que controlan».

¿Reducción de los impuestos a la riqueza?

Si bien es posible que las personas acaudaladas experimenten mayor control del IRS, es muy distinto a que el Congreso aumente sus impuestos directamente. Pero es posible que los legisladores no hayan abandonado por completo los cambios impositivos que quedaron en el camino de la transformación de la Ley Reconstruir Mejor a la Ley de Reducción de la Inflación.

«Estas disposiciones se han escrito y están en las manos del personal [del Congreso]», indicó Shapiro. «Si la política lo permite y cuando lo haga, estarán disponibles para volver a proponerse».

Por ese motivo, los asesores y sus clientes deben continuar vigilando las políticas fiscales. «La clase media alta siente que está en el blanco de mucho de lo que propone el Partido Demócrata», afirmó Cahn.

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Michael Kramarz is a Tax Director at Kaufman Rossin, one of the Top 100 CPA and advisory firms in the U.S.